Creo en el alcohol en gel, el homicidio en defensa propia y la vida larga y sin excesos.
Creo en la felicidad-en-la-tierra-en-forma-de-eso-último-que-nos-ofrecen-por-tv, en la buena intención de los presentadores de realitys shows y en el llanto de las vedettes en primer plano.
Creo que somos nuestro peinado -o nuestro auto, profesión, cónyuge, apellido o cualquier cosa que podamos tener como en un puño cerrado, en la paz del terrenito-propio-al-fin y en la generosidad de la mano invisible del mercado.
Creo en la ciencia seria seria, creo en que el que está en el estrado más alto tiene la razón y en las fechas de vencimiento de los chocolates.
Creo que no hay que perder el tiempo, porque es dinero, creo en los billetes y ante todo creo en los resúmenes de las cuentas bancarias.
Creo en el código binario, en no mover mucho el avispero y, ante todo, creo que los trapos sucios se lavan en casa.
Creo que cada cual tiene lo que se merece, creo en el esfuerzo duro duro y creo ante todo que siempre podemos aguantarnos para después.
Creo en la literalidad de los mitos -¿por qué sino qué?, creo que si no hacemos un poco de esfuerzo nos vamos a ir por el embudo y vaya a saber uno dónde vamos a parar, y creo que éste es el mejor de los mundos posibles.
Creo en la razón a secas, en las corbatas rojas y en la transparencia del sistema de premios y castigos natural e universal.
Creo que todo tiempo pasado fue mejor, creo que los vencedores tienen la razón y creo, sobre todo y ante todo, creo que si lo digo en voz más alta, un poco más firme, esta vez se va a silenciar esa vocecita interna que, a veces, duda.
domingo, 9 de agosto de 2009
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5 comentarios:
excelente
¡Te vendieron como 30 buzones!
¿El nuevo credo de la Iglesia?... jaaaa!
Abrazo, Naio
y...en algo hay que creer
Buenisimo Igna!. Igual no movamos mucho el avispero shh
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