miércoles, 11 de mayo de 2016

El agua se viene otra vez. El viento está enojado, empuja y empuja desde el sur. El viento quiere arrancar los árboles que bailan y bailan un ritmo frenético. Quieren salir a caminar.

Llueve, como si fuera la última vez. El cielo es un manto gris y el sol no se ve hace dias.

Con el tiempo todo es agua: un gran lago del que afloran árboles y cosas. Islas. Todo es lago. Los límites (tierra, río) se diluyen y todo es uno.

El viento empuja. Como si quisera hacer bailar las cosas. Y los límites. Y las palabras. Hasta hacer todo uno.

El agua se mueve, lenta, con los humores del viento. Baja un poco cuando viento se suaviza. Vuelve a subir cuando viento se excita.
Las cosas surgen del agua. Una mesa. Un pedazo de carretilla junto a unos barriles oxidados. Esta casa con patas que me suspende sobre este mar.

Un tronco de álamo joven emerge frente a mí. El árbol se mueve con el viento. El tronco dibuja en el agua su ritmo, que es el del viento. El álamito dibuja en el agua el tiempo.

El agua es tiempo que le da contorno a las cosas. Las dibuja.

El agua completa todo y no hay espacios vacíos.

¿qué seríamos sin esta aguatiempo que nos dibuje?

1 comentario:

Boy dijo...

acá pasó algún dios a darte una mano...cómo puede ser que yo sea el único que comenta? el agua... el agua... se habrá llevado la conciencia?
quien tu eres?
venite a exigentes.blogspot.com